La serenidad es el oasis en medio del “ajetreo”. Es el lugar donde podemos recargarnos antes de volver a la prisa. La serenidad no es algo que debas soñar con tener; es muy accesible.
Los acontecimientos estresantes se suceden con tanta frecuencia que nos llevan a tener reacciones que ocurren fuera de nuestra conciencia hasta que nos damos cuenta de ellas debido a disfunciones físicas, emocionales o psicológicas. Las reacciones pueden incluir tensión, estados emocionales dolorosos, pánico y depresión, hábitos de pensamiento o autocrítica tóxica.
Deja de glorificar el estar “ocupado”. Es hora de hacer menos y ser más.